Dime que la noche aquí no acaba, que me quedo como estaba, con las ganas de volar. Dime, que me subo por las ramas, la sangre se me derrama y estoy harto de aguantar. Es que tu cariño se me escapa por mi gran bala de plata que tengo pa disparar. Me despierto y ya te tengo ganas, con sueño y con mala cara, y pensando sin pensar. Que la noche me resbala, y si quiero aquí no acaba, puede volver a empezar. Y si apuntas con mi espada te declaro mil batallas en mi cama de ganar.
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